Neymar, Paquetá y la muerte lenta del fútbol atrevido y vistoso

Los regates son cada vez menos vistos en el mundo con el fútbol actual que tenemos, más físico y táctico que otra cosa. Se olvida un poco el atrevimiento y descaro de los que encaran con vértigo, velocidad y genialidad, algo de lo que Neymar puede hablar muy bien por la trayectoria que lleva en este deporte.

El brasileño vio una amarilla el año pasado cuando trató de superar a un rival con una lambretta, algo que el árbitro tomó como una burla o insulto por parte del jugador del PSG para amonestarlo finalmente. Esta vez, también en Francia, se volvió a vivir el episodio con la magia del fútbol canarinho.

Lucas Paquetá fue el amonestado por intentar la misma finta ante uno de sus rivales y esta vez fue mucho más llamativa la acción al no tratarse de un jugador mediático. El delantero del Lyon se dispuso a intentar un regate con el marcador a favor y el principal tomó la misma decisión que su colega la temporada pasada.

Neymar no dejó pasar lo sucedido al tratarse de una acción similar a la suya, un compatriota y además la misma liga en la que fue amonestado. "Muy triste por este episodio. Llevarse una amarilla por un 'drible'. La 'Lambretta' es un recurso, sin importar donde sea o el minuto que sea. El año pasado me pasó a mí y este año con Lucas Paquetá", publicó en su Instagram.

"Sinceramente no entiendo el motivo. El famoso 'Joga bonito' está terminando... disfruten mientras puedan o luchen para recuperarlo", terminó Neymar en su mensaje compartido en Instagram para hacer mención de lo que sucede con el fútbol llamativo que a él lo identifica desde sus inicios.

¿Los golpes cuándo?

Si amonestan con esa dureza los regates que se interpretan como burla, por pura apreciación del árbitro, se debería también fijar la mira en las patadas que este tipo de jugadores recibe, como lo que se pudo ver en la final de la Copa América entre Argentina y Brasil.