El 1x1 de los jugadores del Barça contra el Sevilla

El FC Barcelona tropezó en su visita al Sevilla, y el empate duele porque no jugó mal y porque deja LaLiga al alcance del Real Madrid. Los catalanes arrancaron con fuerza en el Ramón Sánchez Pizjuán y agobiaron a los andaluces, pero no encontraron el gol y pagaron sus esfuerzos. Tras la primera pausa para la hidratación, los locales se activaron y su muralla no cayó pese a la reacción y a la insistencia de los barcelonistas.

Los azulgrana controlaron casi en su totalidad la primera media hora, en la que los blanquirrojos apenas podían respirar. La presión tras pérdida de los visitantes y las imprecisiones de los de casa decantaban el campo hacia la portería de Tomas Vaclik, que sólo pudo tomar aire con una oportunidad para Jules Koundé. Cuando el colegiado decretó el primer parón, Julen Lopetegui ordenó a sus tropas y encontró la clave.

La inercia positiva de los hispalenses se mantuvo en la reanudación, en la que Marc-André ter Stegen sostuvo a los culés. Hicieron falta ocasiones claras de Lucas Ocampos y Munir El Haddadi para que Quique Setién sacara a Arthur, y aunque el brasileño aportó oxígeno, no fue suficiente. La gasolina se acabó para un conjunto que lo intentó con más corazón que fútbol, y que necesita un favor de la Real Sociedad para retener el liderato. Esta es una valoración del rendimiento de los 14 futbolistas que estuvieron sobre el césped en la Jornada 30 de LaLiga:

El análisis 1x1 del Barça contra el Sevilla

• Quique Setién: Desconcertado. El técnico había ido rotando al equipo con acierto, pero en Sevilla no encontró soluciones y apenas aprovechó los cambios. Sacar a Arthur fue positivo pero la afición echó en falta algo más de riesgo, ya que Antoine Griezmann y Riqui Puig llegaron muy tarde. O el cántabro sabe que hay algún crack más con molestias o no confía mucho en lo que tiene, porque no quemó todas sus naves. 
• Marc-André ter Stegen: Firme. El de Mönchengladbach echaba de menos las porterías a cero y las ha recuperado, tres de ellas después del parón. Una vez más, el Barça le necesitó en un momento de descontrol y el alemán estuvo a la altura. Lucas Ocampos y Munir El Haddadi aún están lamentando que sus latigazos toparan con las manos del cancerbero.
• Nélson Semedo: Romo. El de Lisboa se hartó de incorporarse al ataque cuando el viento soplaba a favor, pero no pudo generar desequilibrios porque el Sevilla se multiplicó en las ayudas en la banda de la que parte Leo Messi. A medida que pasaban los minutos, los delanteros rivales le hacían sufrir más, pero corrigió con su velocidad en varias acciones en las que le buscaron a la contra.
• Gerard Piqué: Dominante. El barcelonés está para todo lo que haga falta, y defiende, ataca, hace jugar y protesta si hace falta. Mantuvo a raya a los atacantes sevillistas y trató de incorporarse con peligro, aunque no pudo marcar diferencias en la parcela ofensiva. Tras el choque deslizó que el vestuario está decepcionado y que escuece que el liderato esté en manos del Real Madrid.
• Clément Lenglet: Fiable. El de Beauvais dejó atrás una sanción en la primera jornada post-confinamiento, pero desde entonces, ha vuelto a ser el central responsable y concentrado de siempre. No hace mucho ruido pero siempre interviene cuando toca, y de nuevo fue la mejor pareja posible para Piqué.
• Jordi Alba: Intenso. El de L'Hospitalet de Llobregat estaba teniendo mala suerte con las lesiones, pero es uno de los que está mostrando mejor forma tras la reanudación de la campaña. Una jornada más, se desdobló con frecuencia y acierto en ataque, pero a la vez no descuidó sus marcas cuando le buscaban a la espalda. Fue decisivo en una contra del Sevilla en la que cortó un pase de la muerte.
• Arturo Vidal: Indispensable. El de San Joaquín se ha ganado la titularidad en el Barça, y no sólo a base de esfuerzo. Pese a su veteranía, nunca se cansa, y es el primero en defender, en atacar, en rematar las ocasiones y en generarlas. Es el compañero perfecto porque siempre se mueve para generar ventajas, y no desentona para nada en el juego de posesión y toque.
• Sergio Busquets: Eficiente. El de Badia no se complicó y brilló en el robo y distribución, aunque fue perdiendo relevancia cuando los locales pusieron más tensión a su juego. Cuando todos sus compañeros empujaban en la presión se vio potenciado, pero cuando la gasolina se agotó, perdió el dominio de la medular.
• Ivan Rakitic: Motivado. El Möhlin volvía a casa y se notó, porque en muchos momentos fue ese todoterreno que tanto echan en falta los azulgrana. Construyó, destruyó y se incorporó con acierto en el primer tiempo, pero como el resto, perdió energía y bajó enteros. Setién premió su buen rendimiento con un partido casi completo, y sólo le sustituyó por Riqui Puig en el minuto 88.
• Leo Messi: Voluntarioso. El de Rosario intentó dirigir y definir una jornada más, pero los hispalenses consiguieron frenarle. Quizá abusó de las conducciones en un encuentro que no estaba demasiado para regates, aunque distribuyó el balón con criterio y eso lo agradecieron sus compañeros. Se enfadó mucho y se jugó la roja tras un entradón de Diego Carlos, y rozó el gol de falta por la escuadra en dos ocasiones, pero Jules Koundé y Tomas Vaclik se lo negaron.
• Luis Suárez: Esencial. El de Salto es indispensable para que funcione el juego de ataque del Barça, y aguantó el balón, lo repartió y contuvo a los centrales para abrir camino a sus compañeros. No le pesó disputar todo el enfrentamiento pese a llevar mucho tiempo parado, y el gran pero fue que su oportunidad más clara no la pudo concretar. En los instantes finales del duelo, el zurdazo a centro de Jordi Alba se fue arriba.
• Martin Braithwaite: Encorsetado. El de Esbjerg se ha ganado un sitio en once por su potencia, descaro y naturalidad, pero esta vez estuvo muy pendiente de las órdenes del míster y perdió relevancia. Apenas pudo correr en una contra lanzada por Messi, y se dedicó a apretar por un carril zurdo que se usó poco y en el que primó un Alba que juga más abierto.
• Arthur: Oxigenante. El de Goiania está amenazado por los rumores de mercado y una suplencia que no logra apartar, pero cuando le tocó saltar al césped cumplió con su cometido. Los culés estaban perdiendo el control y lo recuperaron gracias a su influencia, aunque pudo aportar poco a un ataque al que le faltaron fuerzas.
• Antoine Griezmann: Invisible. El de Macon tuvo poco más de diez minutos, pero fue poco más que invisible. Esta vez su rendimiento no decepcionó, pero el Barça atacó con más corazón que cabeza y no supo encontrarle.
• Riqui Puig: Recurso. El de Matadepera salió poco antes del descuento e intervino en un par de posesiones, pero ya era tarde como para que pudiera dejar huella.