Aunque ha cargado durante toda la temporada con el cartel de señalado, puesto por Ronald Koeman, Riqui Puig ha estado aprovechando la gran mayoría de las oportunidades que el entrenador neerlandés le ha dado. Este miércoles, en el partido ante el Granada, no se produjo la excepción, ya que el canterano culé ingresó desde el banquillo de suplentes al minuto 76 y dejó sensaciones sumamente gratas con su participación en el encuentro.

Puig hizo gala de una de sus principales cualidades, como es la de ser un gran pasador, ya que acertó en el 97% de las entregas que hizo (67/70 pases correctos). Sobre la distribución de las mismas, el joven mediocampista se encargó de hacer rotar el balón de banda a banda para buscar espacios en los bloques del Granada, ya que los compañeros con los que más se asoció fueron Jordi Alba y Sergiño Dest, a quienes dio el esférico en 17 y 13 oportunidades, respectivamente.

Defensivamente, Puig también estuvo participativo, ya que concretó un bloqueo de remate, cuatro recuperaciones, una anticipación y una entrada. Estas estadísticas reflejan lo polivalente que es el exjugador del Barcelona B, ya que es capaz de involucrarse en el ataque y la generación de peligro, pero también muestra un gran compromiso defensivo.

Los número de Riqui Puig esta temporada

A pesar de tener casi todo en contra, la mística de Riqui Puig a la hora de decidir quedarse en el Barcelona, pese a las advertencias de Ronald Koeman sobre el poco tiempo de juego con el que contaría, parece estar dando resultado. El canterano culé suma ya 12 partidos disputados, con un gol marcado en los 307 minutos que ha tenido sobre el campo.

De igual manera, Riqui Puig cerró un mes de enero consagratorio, ya que logró participar siete de los nueve compromisos que el Barcelona tuvo que enfrentar durante los últimos 30 días. Aunque su cuota de minutos no es tan relevante, el hecho de que sea tomado en cuenta para entrar desde el banquillo o para ser titular, como lo hizo ante el Cornellá, son claras muestras de avance para un jugador que parecía estar condenado.