Algunos creen que lo hizo a propósito, y otros que simplemente fue una reacción airada. Sea como sea, el caso es que Gerard Piqué se ganó la tarjeta amarilla en el segundo tiempo del FC Barcelona-Sevilla y, con ello, cumplirá ciclo de amonestaciones ante el Eibar. No estará en Ipurua, pero sí llegará 'limpio' para disputar el primer Clásico de la temporada 2019-20 contra el Real Madrid, el sábado 26 de octubre en el Camp Nou.
Corría el minuto 85 de partido cuando el zaguero catalán vio la cartulina amarilla por desplazar el balón. Si realmente quiso forzar la tarjeta, lo hizo de manera inteligente y sin que nadie pueda comprobarlo. Al contrario que Sergio Ramos la pasada temporada en Champions League, Piqué no ha confesado a la prensa en ningún momento que forzó la amarilla, por lo que jugará el Barça-Madrid sin problemas.
Eso sí, dejará al Barcelona con una zaga de circunstancias para medirse al Eibar. Umtiti probablemente no llegará a tiempo para el partido en Ipurua, lo que obligará a Valverde a alinear a Clément Lenglet junto a Todibo, quien no pudo acabar el partido ante el Sevilla por calambres pero no está lesionado. Con Piqué y Umtiti fuera, Valverde tendrá que llamar a un nuevo central al no poder contar con Ronald Araujo, expulsado este domingo.
Una situación excepcional, en todo caso, y ante un rival asequible. Valverde podría plantearse incluso cambiar la formación táctica y jugar con tres defensores, o bien reubicar a algún jugador del centro del campo a la posición de central, como Busquets o De Jong, quienes de forma puntual han jugado en dicha demarcación. Lo más lógico, en cualquier caso, será llamar a un zaguero del filial que apuntale la convocatoria.
Descanso merecido para Gerard Piqué
En cuanto a Piqué, podrá descansar estos días al no acudir a la llamada de la Selección Española, y el hecho de no jugar el Eibar-Barça le permitirá llegar con las piernas oxigenadas después de un principio de temporada 2019-20 en el que lo había jugado todo.
Poco a poco, las piezas importantes del FC Barcelona reciben merecidos minutos de descanso, al tiempo que otros jugadores secundarios van ganando peso en las alineaciones de Ernesto Valverde. Al tener una plantilla de lujo y con múltiples alternativas, el equipo puede permitirse introducir novedades en el once titular prácticamente en cada partido. Para luchar por los títulos, todos tienen que aportar su granito de arena.