Los constantes problemas físicos están haciendo estragos en la plantilla del FC Barcelona, pero uno de los que más ha sufrido de lesiones es zaguero francés, Samuel Umtiti. Además, con la lesión de Gerard Piqué, Ronald Koeman está viendo como cada vez tiene menos nombres que pueden cubrir la zaga central y solo puede contar con Frenkie de Jong o con algún central de la filial para acompañar a Clément Lenglet.

A Umtiti todavía le faltan algunas semanas para estar completamente apto para ser considerado por Koeman. Pero este lunes se ha destacado que los problemas en la rodilla izquierda del francés empeoraron después del Mundial de Rusia 2018. Según el programa 'Onze de Esport 3', el motivo de sus recaídas se debería a haberse inyectado demasiada cortisona en la rodilla, con el objetivo de poder soportar cualquier molestia en los partidos con su selección. Esta sería la razón por la cual el Barcelona le habría notificado a Koeman que no contara con Umtiti.

Después de conseguir el campeonato mundial, el zaguero galo, de 26 años, ha empezado a sufrir las consecuencias de aquellas acciones, pues solo ha disputado un puñado de partidos con la elástica blaugrana (26 de 124 posibles). Es por ello que, aunque se termine por recuperar, su tiempo dentro del Camp Nou puede estar llegando a su fin, ya que ha perdido mucho protagonismo y no es un defensor que cumpla con las exigencias de Koeman.

Si bien se sabe que apenas a sus 17 años ya le habían extirpado el menisco, en dicho programa se afirmó que sus problemas en su rodilla izquierda han ido en aumento tras el último Mundial. Además, se indicó que para jugar todos los encuentros con Francia, durante este certamen, el zaguero blaugrana constantemente decidió infiltrarse la cortisona, sin pensar en los efectos que esto generaría en un futuro.

Samuel Umtiti y... ¿el principio del fin? 

Antes de disputar el Mundial de Rusia 2018, los médicos del club hicieron una evaluación detallada del estado de la lesión de Umtiti, en la que se planteó los riesgos que tenía renovarle el contrato a un defensor con dichos problemas físicos. Sin embargo, la directiva culé decidió ampliar su vínculo con el jugador hasta 2023. Posteriormente el defensor galo regresaría con la Copa del Mundo en su poder, pero con una rodilla muy maltrecha, una situación que desde ese momento hasta la actualidad ha representado un antes y un después en su carrera profesional y, posiblemente, el principio de su fin, con solo 26 años.