Rafinha Alcántara cuenta en el Barça: Peligrosa oportunidad en Anoeta

Después de superar una larga lesión y pasar media temporada cedido en el Inter de Milán, Rafinha Alcántara volvió al FC Barcelona dispuesto a hacer las maletas, pero fue una de las sorpresas del verano porque se acabó quedando. Tras unas semanas con pocas oportunidades, volvieron a aparecer las sospechas sobre su futuro, pero Ernesto Valverde volvió a demostrar que cuenta con él.

Probablemente por el revuelo vivido en los últimos días de mercado, el Txingurri apartó al canterano de varias convocatorias, lo que volvió a abrir la puerta del conjunto 'nerazzurri'. En Italia no han renunciado a su fichaje y ya miran a la ventana de traspasos de invierno, aunque el técnico apartó las dudas con una titularidad tan merecida como peligrosa.

El de Sao Paulo fue una de las rotaciones en el estadio de Anoeta, entrando en el once inicial por Philippe Coutinho. Más allá de las garantías que ofrecía una alineación preparada para cualquier desafío, la Real Sociedad siempre es un rival complicado en casa, y eso lo probaron unos futbolistas que quedaron señalados durante la primera mitad.

Con menos mordiente que en otras ocasiones, el Barça acusó la lentitud de su centro del campo, que se vio atrapado en la maraña diseñada por Asier Garitano. Costaba destruir pero, sobre todo, crear, porque no había espacios frente a un rival con las líneas muy juntas. Ni siquiera con Leo Messi bajando a ayudar lograron encontrar el camino de la portería los culés, que se limitaron a un par de intentos con jugadas de estrategia.

Rafinha, desaparecido en Anoeta

Uno de los que pagó más la frialdad azulgrana fue Rafinha, que quedó anulado en el primer tiempo. Al interior le costó entrar en contacto con el balón, y pasó demasiado desapercibido como para poder continuar ganándose los minutos sobre el terreno de juego. Fue pieza clave en los primeros compromisos del curso y ha perdido algo de fuelle, pero debera esforzarse si quiere estar entre los habituales.

Con un Barça más atrevido tras el descanso, el centrocampista mejoró, con una Real Sociedad que se blindó en defensa y esperó la contra para sentenciar. El joven apenas tuvo tiempo en una segunda mitad en la que se marchó sustituido, y en la que quedó claro que, a pesar del triunfo de la pasada campaña, Anoeta continúa siendo cancha maldita para los catalanes, que deben vigilar cada vez que ponen un pie en Guipúzcoa.