Frenkie de Jong fue uno de los protagonistas de la victoria del FC Barcelona contra el Real Betis (2-3) y no solamente por el gol, sino también por su tremenda actuación especialmente en el primer tiempo. El holandés gozó de plena libertad para descolgarse en ataque y jugó un partido muy completo que evidenció la mejoría que está teniendo con Quique Setién.

Además, cuando terminó el partido, demostró tener una importante personalidad para analizar lo sucedido sobre el terreno de juego. Primero, le dio un tirón de orejas al VAr `por no haber intervenido en acciones claras; después, analizó su actuación tirando de autocrítica; por último, congratuló al equipo por la victoria y alabó la figura de Leo Messi.

Acerca de los árbitros, criticó que no se señalase el claro agarrón sobre Messi en el tramo final de partido y recordó que, en las semifinales de Copa contra el Athletic, también hubo otro no pitado cometido sobre él mismo. "En Bilbao fue penalti seguro porque me empujaron. Y hoy le hicieron uno a Messi que tampoco se pitó. No quiero crear polémica con los árbitros, no son una crítica solamente digo lo que pienso", comentó.

De Jong fue sutil e inteligente en su crítica a los árbitros, hablando de forma respetuosa pero evidenciando una preocupante realidad. Además, también fue autocrítico con su papel, aunque reconoció que cada vez se ve mejor. "Voy mejorando, pero todavía no estoy adaptado del todo. Creo que jugué mejor que la semana pasada", consideró.

Por último, destacó la victoria del equipo en un campo complicado para aguantarle el pulso al Real Madrid y destacó la tremenda actuación de Messi, que dio tres asistencias de gol y se quedó cerca de marcar. "Era importante ganar y conseguir los tres puntos, pero no era un partido definitivo. Seguimos cerca del Madrid. Es fácil jugar con Messi. No tengo una especial conexión con él, simplemente busca el espacio y él te pone la pelota", sentenció.

De Jong, más liberado

Frenkie de Jong empezó bien la temporada, pero sufrió un bache de juego a finales de 2019 y principios de 2020. No obstante, con Quique Setién en el banquillo, ha ganado influencia en el juego del equipo por la libertad de moviientos que el cántabro le ha otorgado. El holandés juega liberado y su confianza también se está viendo reforzada, demostrando más seguridad sobre el campo en cada una de sus acciones.