Griezmann sabía que su regreso al Atlético no sería fácil por la manera en la que se fue, además de tener un pasado gris en el Barcelona que ya lo despidió entre pitos en su último encuentro como culé. El francés llegó al Wanda y en su primer partido, un deja vu, con sonoros silbidos desde la grada en su contra.

Pero en el club confían en él, en que recupere la versión que tuvo como colchonero y vuelva a ser el principal factor ofensivo pero ahora con el apoyo de Luis Suárez, Correa, Lemar y Joao Félix, una armada más que distinta a la que tenía al irse, sin contar el plus de calidad que es evidente hasta para competir entre ellos.

Defender el título de campeón es el primer objetivo, algo que no ha logrado Simeone y por eso trajo a Griezmann, para repetir el cetro español y también competir en Europa, que ya vio un debut gris ante el Porto con mucha polémica entre penales y amonestaciones que no se dieron para ambas escuadras.

Asegurar al menos 25 goles esta temporada debería ser el objetivo del francés, que tiene el apoyo de todos en el Atlético de Madrid y de hecho celebraron su regreso, comenzando por el núcleo fuerte de Oblak, Giménez y Koke, principales bastiones del equipo actualmente y que ya compartieron con él.

Futre, leyenda rojiblanca, aseguró que todo es cuestión de tiempo para que vuelva a ser importante, lo mismo que hizo un llamado a la grada para que comience a apoyarlo no solo por el buen futbolista que puede ser, sino porque además es una ofensa o ataque hacia el propio club, que cuenta con el principito.

Llave conocida

Griezmann y Suárez no fueron precisamente los mejores socios en el Barcelona, aunque tampoco lo hicieron mal el poco tiempo que compartieron. Ahora en el Wanda podrán tener una segunda oportunidad para demostrar su valía y capacidad goleadora como dupla de ataque, esperando ganar títulos.