A Gerard Piqué le molestó como a muy pocos la derrota del FC Barcelona ante el Real Madrid en el Alfredo Di Stéfano. El central, que había regresado a las convocatorias, no disputó ningún minuto en el Clásico, pero lo vivió como si estuviese en la cancha con sus compañeros. Al final del partido, fue uno de los que más se quejó ante Gil Manzano. 

El posible penal de Martin Braithwaite, el tiempo 'extra' que tomó el colegiado, las faltas no pitadas al Real Madrid y el tiempo añadido, que se quedó muy corto, fueron el motivo de un cabreo descomunal de Gerard Piqué apenas terminó el choque entre madridistas y blaugrana. El catalán saltó al campo y tuvo su encontronazo con el árbitro del encuentro. 

La principal molestia de Piqué fue por el tiempo extra que añadió Gil Manzano, de sólo cuatro minutos, cuando se había detenido el partido por cuatro más cuando se marchó al borde del campo para arreglarse el pinguinillo. Eso, sumado a los desaciertos del colegiado, causaron la molestia de Piqué. 

Piqué, indetenible

Los miembros del staff blaugrana le recomendaron al defensor marcharse al vestuario y así evitar una posible sanción, pero no prestó atención y continuó manifestando su enojo por el desenlace del partido. Tras encontrarse con Gil Manzano, también lo hizo con Luka Modric, centrocampista del Real Madrid, con quien tuvo una corta y curiosa charla captada por la cámara. 

En tono de broma, el jugador croata le dijo a Piqué "estás esperando para rajar ahora, eh", a lo que el del FC Barcelona le respondió "hombre, cuatro minutos...". Modric, que fue clave para la victoria de los suyos, completó el encuentro entre ambos con un "¿Y cuántos quieres?".