Esta atípica final a ocho de la Champions League que se está disputando en Lisboa no deja de sorprendernos. Primero con la eliminación del Atlético de Madrid a manos del Leipzig alemán; luego con la tremenda debacle del FC Barcelona encajando ocho goles del Bayern de Múnich; y por último, este sábado, con el Olympique de Lyon eliminando al Manchester City de Pep Guardiola, que era favorito para llevarse la competición.

El conjunto inglés fue siempre a remolque en el marcador, especialmente cuando la noche empezó torcida a raíz del inesperado gol de Maxwel Cornet. Pese a que Kevin De Bruyne consiguió poner las tablas en el segundo tiempo, un doblete de Moussa Dembélé en el tramo final de partido hizo que el Manchester City volviese a quedarse nuevamente fuera del sueño de la Champions League.

Desde el primer momento, el Manchester City tuvo verdaderos problemas para generar peligro cerca del área del Olympique de Lyon y todo se acabó de torcer definitivamente en el minuto 24 de juego. Un balón largo lo controló Toko Ekambi y, con un taconazo atrás, se la cedió a Maxwel Cornet, que con la pierna izquierda batió a un Ederson que se quedó a media salida.

El Manchester City no encontraba la manera de hacerle daño al Olympique de Lyon, pero la entrada de Riyad Mahrez en el segundo tiempo le dio un nuevo aire al equipo y, tras incrementar el nivel, llegó el empate. Fue precisamente el francés el que inició la jugada del gol con un gran pase a Raheem Sterling, que con un pase atrás habilitó a Kevin De Bruyne, que remató de primeras y dio esperanzas al Manchester City.

Dos estacazos más del Olympique Lyon al Manchester City

El tanto de Kevin De Bruyne parecía dar plenamente la iniciativa al Manchester City, pero lo peor estaba por llegar para los pupilos de Pep Guardiola. En el minuto 79, Moussa Dembélé, que llevaba cuatro minutos en el campo, se plantó solo ante Ederson tras un pase filtrado por Houssem Aouar y batió al brasileño pese a que este rozó la pelota en el mano a mano. El VAR revisó el tanto, pero lo acabó validando.

Con 1-2 en el marcador, llegó una jugada que marcó el partido: Raheem Sterling falló un remate solo, sin portero, a un metro de la portería del Olympique de Lyon. La jugada desesperó a un Pep Guardiola que vio como, pocos instantes después, otro error garrafal enterraba a su equipo: Ederson no logró atajar un disparo de Houssem Aouar y el propio Moussa Dembélé aprovechó el rechace para marcar a placer. El City volvió a quedarse en cuartos de la Champions League y el Lyon amplió su leyenda echando a los ingleses después de eliminar también a la Juventus.