El FC Barcelona tiene un plan marcado para la salida de Philippe Coutinho. Pese que el futbolista brasileño está en el mercado y es plenamente transferible, el club catalán se encarga de desmentir oficialmente que se escuchen ofertas por el centrocampista brasileño. Tal vez para intentar que los equipos no lancen ofertas a la baja sabiendo la necesidad que hay de vender.

Un caso muy similar es el de James Rodríguez en el Real Madrid. Los blancos no se pronuncian públicamente acerca de la situación del mediapunta colombiano, que no entra en los planes de Zinedine Zidane. Por él se escucharán ofertas importantes que puedan reportar beneficios a las arcas blancas, pero en ningún caso se dice abiertamente que está en el mercado.

Hasta el momento, hay dos equipos interesados en el fichaje de James: el Nápoles y el Atlético de Madrid. El problema es que, por lo que parece, lo que ambos están dispuestos a ofrecer económicamente está muy por debajo de lo que satisfaría a la entidad presidida por Florentino Pérez, que querría sacar entre 70 y 80 millones pero podría tener que conformarse con 40-50.

Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético de Madrid, reconoció el interés. “Sé que a muchos atléticos les gustaría. Me consta que a nuestro técnico le gusta. Me consta que James no quiere continuar en el Real Madrid. Me consta que el Real Madrid no quiere que él continúe, pero se tienen que dar muchas circunstancias para que pudiera ser posible. Sería muy bonito”, dijo.

También sobre el posible fichaje se pronunció Carlo Ancelotti, entrenador del Nápoles y principal valedor del mediapunta colombiano en el equipo italiano. “No soy optimista ni pesimista, está entre los jugadores que nos interesan: veremos qué ocurre, que aún falta un mes” , dijo, sobre el fichaje de un futbolista que fue clave para él en Real Madrid y Bayern.

Caso opuesto al de Bale

Parece que el Real Madrid ha querido adoptar con James Rodríguez la estrategia opuesta a la llevada a cabo por Gareth Bale​. Zidane reconoció públicamente que su deseo es que el galés se marche cuanto antes, algo que tal vez hizo que los equipos planteasen ofertas a la baja sabiendo la necesidad de vender y su situación insostenible.