Desde 2016 a 2018, el Real Madrid fue el monarca absoluto de la Champions League.Con Zinedine Zidane en el banquillo, los blancos consiguieron derrotar al Atlético de Madrid en 2016 (por penaltis), a la Juventus de Turín en 2017 (4-1) y al Liverpool en 2017 (3-1). O, lo que es lo mismo, las tres únicas temporadas que el técnico galo dirigió al equipo, se levantó la 'orejona'.

Tras la final contra el conjunto 'red', Zidane decidió dejar el equipo, siendo Julen Lopetegui su sucesor. Con el técnico vasco, el equipo no funcionó y, tras un 5-1 en contra del Barça en el Camp Nou, fue despedido y sustiruido por Santiago Solari. Con el argentino, la cosa no mejoró y el cuadro blanco fue eliminado de la Champions League en octavos de final, quedando fuera también de la Copa del Rey y de la pelea por LaLiga.

Con todo ello, Florentino Pérez convenció a Zidane para que volviese a tomar el mando del equipo, confiando en que el francés lo arreglaría todo pero, desde su vuelta -hace casi un año- nada se ha arreglado. El Madrid está fuera de la Copa del Rey, necesita un milagro para remontar el 1-2 del Manchester City en el Bernabéu y es segundo en LaLiga por detrás del Barça más desastroso de los últimos 12 años.

Muchos se refirieron al Real Madrid que ganó las tres Champions League como 'el Madrid de Zidane', pero tal vez no repararon en que esos tres campeonatos no se lograron porque el equipo tuviese un juego sólido y convincente, sino porque hubo un jugador que fue capaz de tirar del carro con goles importantes en momentos clave. Sí, estamos hablando de Cristiano Ronaldo.

Zidane ha vuelto al Real Madrid y, después de una inversión de 333 millones de euros en fichajes los blancos están, si cabe, peor que la pasada temporada a estas alturas. Tal vez ha llegado el momento que el madridismo reconozca que el único clavo ardiendo al que se agarró el técnico francés y que le llevó a repetir trono europeo tres veces fue Cristiano Ronaldo, al que ahora echan de menos más que nunca.

Creyeron que sin Cristiano todo sería igual...

Cristiano Ronaldo promediaba 50 goles por temporada, por lo que parece absurdo que alguien pensase en cierto momento que venderle era una buena idea. Ahora, se echa de menos a un futbolista que tapaba las tremendas carencias que ya tenía el Real Madrid en 2016, cuando empezó su ciclo ganador. Los blancos son ahora una sombra de lo que fueron. Una sombra con la pólvora mojada. Ahora más que nunca, hay que reconocer al Madrid de las tres Champions como 'el Madrid de Cristiano', y no el de Zidane.