Era menester que Antoine Griezmann  viviera un partido como el de este miércoles en los cuartos de final de la Copa del Rey. El francés fue claramente protagonista, y de esta manera consolidó su condición de ‘crack’. Ya venía advirtiendo sobre su repunte en el frente de ataque, previamente fue también decisivo en el triunfo contra el Athletic de Bilbao en LaLiga, pero lo que hizo ante el Granada CF fue excelso.

Marcó el 2-1 en el minuto 88 para encauzar la remontada con un remate acrobático donde el palo también aportó para que el esférico se terminara internando al fondo de la red. A la postre asistió al que sería su socio clave en la contienda, Jordi Alba, que anotó el 2-2 y que forzó la prórroga del compromiso. Y apenas inició el primer tiempo del tiempo añadido, el francés volvió a aparecer para transformar el 2-3 con un gran cabezazo.

Tras el empate del conjunto local luego de transformar un penal cometido por Sergiño Dest sobre Neva en el 103’, que terminó anotando Fede Vico desde los doce pasos, la mencionada asociación volvió a hacer de las suyas. Griezmann asistió a Alba con un excelso pase a un costado del área que este conectó y mandó un misil de bolea que sentenció el pase a semifinales. Incluso, estuvo a punto de anotar una chilena que significaba su hat-trick, pero Aarón, el gran guardameta del Granada intercedió con un manotazo tremendo para desviar el esférico al córner. El ‘7’ firmó así una actuación soberbia para ver, finalmente, los dotes de crack de Griezmann.

Jordi Alba también conquistó Los Cármenes

El cabezazo de ‘palomita’ que colgó el 2-2 en el marcador revivió al Barça en otro partido en que destacó por su profundidad por banda izquierda. Pero esta vez también destacó por su par de golazos. El salvador y el que sentenció la victoria. El lateral de L’Hospitalet pareció haberse sentido a plenitud tras cambiar su ya clásica conexión con Messi por una letal sociedad con Griezmann, lo cual suma posibilidades ante resultados adversos o partidos de gran envergadura.

Jordi y Antoine siempre han tenido buen ‘feeling’, pues se han encargado de batallar en el campo de principio a fin en cada compromiso disputado. Tan es así que el cabezazo de Alba para el 2-2 le causó una hemorragia nasal, y con un algodón en la nariz mató el partido y lo celebró grandemente.

Griezmann y Alba lo consiguieron, ahora en semifinales ya a partido doble, a tres del título. Y la impresión más importante tras este partido es la sensación de unidad, de cohesión del conjunto, que hace creer que son capaces de sobrevivir en los momentos más álgidos. Sobre todo, porque nadie gana títulos marcando 4-0 en todos los compromisos.