Apenas en media hora de juego ya comenzaron las dificultades para el Barcelona con la lesión de Sergi Busquets, que en busca de un balón dividido al minuto 32 se encontró con Savic y el choque fue bastante fuerte para ambos, aunque el mediocampista culé se llevó la peor parte y terminó conmocionado.

El golpe fue tan brusco como inocente, de momento, ya que si bien el jugador cayó desplomado y presentó síntomas claros de mareo, no hubo mayor consecuencia que una sustitución a la espera de lo que diga el club. El cambio respondió más a prevención por parte del cuerpo técnico que a una lesión fuerte.

Schreuder, suplente de Koeman en el banquillo en este partido, decidió dar ingreso a Ilaix Moriba para descansar a un Busquets que se veía muy mareado en detrimento de Savic, que también se golpeó en el choque por el balón dividido pero no con la misma intensidad que el mediocampista culé.

Con la entrada del canterano, Frenkie De Jong pasó a jugar de mediocentro en sustitución de Busquets y Moriba tomó mayor responsabilidad ofensiva para cubrir las tareas del holandés, aunque en los pocos minutos que se jugaron en el final del primer tiempo hubo coberturas de ambos.

En lo ofensivo, el Barcelona sintió la salida de Busquets por la presencia y cobertura en la zona medular, así como el retraso de Frenkie, alejado ahora de Messi y Pedri para la construcción de jugadas y labores ofensivas de cara al arco de Oblak que poco ha tenido que trabajar en el partido.

Trasladado a un hospital

Tras el choque con Savic, Busquets fue trasladado a un hospital para hacerle pruebas y descartar cualquier daño considerable, esperando que solo haya sido producto del fuerte golpe que se llevó y no se pierda los tres partidos restantes de la temporada.