Hace diez años los sueños de una final entre Real Madrid y Barcelona en la Champions se esfumaron pero el consuelo se dio en semifinales, con la cita de Wembley en el horizonte y un Lionel Messi convencido de hacer valer su favoritismo. Dos goles del argentino sentenciaron aquel juego.

La eliminatoria no era nada fácil con un equipo blanco que más allá del talento o plantilla, tenían un gen competitivo muy fuerte heredado de Mourinho, el principal carbón que calentaba los duelos entre ambos equipos. Diez años ya de aquella llave europea que dejó una vez más a los merengues a la puerta de una final continental.

El 1-0 de aquella noche lo marcó Messi, abriendo el marcador en un partido clave que necesitaba el talento del argentino para poder solucionarlo. Con el fulgor de aquel tanto, apareció entonces la magia del mejor del mundo para sentenciar el partido y dejar en claro que ese año, todo pasaba por sus pies.

Pase de Busquets en el centro del campo y comenzó el show. Lass Diarra apareció y con la misma se quedó atrás, Albiol trató de tapar el hueco y solo dejó más espacio al 10 que terminó por encarar a Sergio Ramos y Marcelo, a los que también dejó tirados para cruzar el balón ante un Casillas que de nuevo, era vacunado por Messi.

El FC Barcelona recordó aquel momento histórico en sus redes sociales al cumplirse la primera década, dejando en claro que si alguien es el dueño del Bernabéu, es Messi, que ya contempla el estadio como un jardín y espera ansioso su apertura para regresar a sus viejos tiempos.

Tiempo de sequía

Entre el Covid y la renovación del estadio, Messi no ha marcado hace unos cuantos clásicos y los dos de esta temporada le dejaron tocado, con actuaciones un tanto grises y pocos destellos de dominio ante el rival de toda la vida.