Otra vez Griezmann. Desde que apareció en el 11 inicial el equipo parece haberse desinflado, pero también es cierto que el francés ha derrumbado cuantas arquerías ha podido y lleva una racha muy positiva de goles, superado solo por Messi y precisamente el argentino era su mejor socio hasta este momento.

Ante la ausencia de Messi, Antoine tuvo que ingeniárselas por sí solo y tardó un poco, pero al minuto 81 apareció por los aires en medio de una tijera que mandó a guardar en el arco de Yoel. El gol 13 de la campaña para el Principito, que sí se va del club no será por el rendimiento del final de campaña.

La participación de Griezmann resultó tan vital como extraña, ya que su puesto en el once inicial apareció tras dejar nuevamente en los suplentes a Dembelé, movimiento que a Koeman le pudo salir bien por el rendimiento que mostró el francés, aunque es cierto que después del último parón de selecciones el equipo se cayó.

Ante el Eibar no falló a la cita y se sacó del sobrero un truco genial para el agrado de todos los fanáticos culés, que terminaron la temporada viendo a su equipo entre luces y sombras con un tercer puesto en LaLiga después de estar varias veces por la labor de asaltar la punta y coronarse campeón.

Del doblete a la debacle

El equipo culé certificó una temporada positiva por el título de Copa del Rey, pero negativa desde lo anímico, que nuevamente apareció como el lunar en una plantilla sin alma y con falta de carácter ante las adversidades, lo cual deja en claro que los cambios van más allá de simples nombres.

Koeman tendrá ahora una reunión Laporta para definir el futuro del banquillo del club y se espera que a comienzos de la próxima semana haya una reunión entre ambos para saber si el holandés sigue al mando o si llega un nuevo técnico.