Pedri sigue en medio de un sueño del que prefiere no despertar, aunque la verdad es que sus pies siguen pegados al suelo y sabe muy bien que no hay espacios para despistarse, mucho menos ante la final que le espera en Tokio y poco después, una nueva temporada con el Barça, que tendrá puesta mucho ilusión en su talento.
El mediocampista se metió en el bolsillo del culé, del español y del mundo, en ese orden, pero sacando aplausos por cada patada que le da a un balón y en la misma línea, ganando espacios dentro de la élite a la que ahora pertenece y que no tiene pinta de querer soltarlo en muchos años.
Antes de la final ante Brasil, dejó sus impresiones en relación a su propio rendimiento y actualidad, con el largo debate sobre su cansancio, a lo que respondió con seguridad que "Me encuentro bien. Es normal que la gente piense que estoy cansado. Intento descansar después de los partidos y comer como me dicen los nutricionistas".
Pero la medalla sigue estando en su mente, ya que sería el primer oro para Canarias, su lugar de origen, algo que le hace mucha ilusión. “Sería muy bonito. Sueño que ganamos nosotros, es lo que todos desean, pero prefiero vivir el momento y disfrutarlo".
El Barcelona sigue siendo el clímax
Su presente en el Barcelona es tan sorpresivo como positivo, tanto en su vida personal como en la deportiva, al tratarse de un club tan grande que él mismo respeta y admira desde pequeño, gracias a su gran ídolo, Andrés Iniesta.
"Al que me habría dicho que sucedería todo eso le diría que está loco y es imposible que en la primera temporada tenga la suerte de jugar tanto en un club tan grande como en mi país. Es un orgullo estar aquí y lo disfruto cada día".