Gerard Piqué habría decidido no operarse para tratarse el esguince de grado 3 en el ligamento lateral interno y la lesión parcial del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. Según informa 'Catalunya Radio', el central blaugrana habría desestimado la opinión de Ramón Cugat, quien le visitó este miércoles en la Ciutat Esportiva y, después de ver todos los exámenes, le recomendó al catalán pasar por el quirófono.

Ramón Cugat, que recientemente se unió a la campaña de Víctor Font para llegar a la presidencia del Barcelona, visitó a Piqué y le explicó que una operación era la mejor opción para tratar su caso, a corto y largo plazo, tomando en cuenta que la rotura del cruzado anterior es prácticamente total y que a la larga podría ser fatal para él. 

Sin embargo, según ha informado la emisora catalana, Gerard ya ha tomado una decisión final y se arriesgará a seguir un tratamiento convencional que le mantendría apartado de los terrenos de juego sólo por cuatro meses. Con la operación, estaría fuera por seis u ocho meses. La voluntad del jugador, afirma 'Catalunya Radio', es  irrevocable y ya  se lo ha confirmado a los servicios médicos del FC Barcelona, quienes también eran partidarios de no llevarlo a los quirófanos.

¿Riesgo de cara al futuro?

Desde el primer momento, Piqué se había negado a operarse, principalmente porque, ahora que acaba de renovar con el Barcelona, no quiere abandonar a su equipo por tantos meses. Además, considerando que tiene 33 años (en febrero cumple 34), es muy poco el tiempo que le queda jugando al máximo nivel. Como mucho, podrá estar disponible para el cuadro blaugrana por dos o tres años más y quiere perderse el menor tiempo posible. 

Además, con el apoyo de los servicios médicos del club, quienes afirman que el central podrá regresar al campo en abril del próximo año, el central confía que es la mejor decisión y espera no tener que arrepentirse, pero es cierto que no atender a los consejos y recomendaciones del doctor Cugat suele traer problemas a medio o largo plazo.