En el calendario del Barcelona se fija la fecha de 14 de septiembre como uno de los primeros obstáculos a considerar en la temporada. El debut en Champions ante el Bayern Múnich es la primera prueba de fuego que tendrá el club en medio de un ambiente de venganza por aquella goleada fatídica en la misma competición jugando en Lisboa.

Pero no solo lo futbolístico estará dentro del debate porque la pandemia sigue estando sobre la mesa y jugando de receptor ante cada solución que aparece. Luz al final del túnel con esto gracias a lo que la Procicat anuncia para esas fechas, en las que se podrán disfrutar de algunas libertades para el duelo internacional.

La primera de las instrucciones a seguir será que cualquier recinto con 100000 personas de aforo o más, podrán tener un ingreso de 40% a partir de este viernes; la segunda eliminar las restricciones de más de 10 personas, bien sea en un hogar o en actos religiosos, ejemplos tomados durante esta declaración.

"Está previsto, que se apruebe que aquellas actividades que se desarrollen al aire libre en instalaciones o equipamientos con un aforo autorizado superior a 10.000 personas podrán abrir hasta un máximo del 40%. Y en equipamientos al aire libre con restricción del aforo del 70%, tendrán un tope máximo de 4.000 personas”, declaró Patricia Plaja, portavoz del gobierno.

Las medidas que se aplicarán en Catalunya permitirán que el duelo del Barcelona albergue 40000 personas en la grada ante el Bayern Múnich, así como el Espanyol este fin de semana en su duelo ante el Atlético, con la disposición de permitir entrada hasta a 16000 personas para apoyar a los periquitos.

De a poco

Con esta medida se comenzará a dar paso al regreso de fanáticos (ahora sí) a los estadios, sirviendo de oxígeno a los clubes del mundo en cuanto a ingresos y los planes económicos, gravemente alterados por lo que sucedió en medio de la pandemia. Al Barcelona le cae como anillo al dedo, el Camp Nou extraña el calor de su gente.