¿Adiós a los agentes? El 'caso De Bruyne' podría cambiar el modelo de negociación

La noticia de la renovación de Kevin De Bruyne con el Manchester City no ha resultado excesivamente sorprendente, salvo por un detalle: no hubo un representante en la operación. Solo bastó la presencia del padre del jugador, un abogado y dos analistas para acordar la extensión contractual del vínculo del belga.

Se trata de un caso extraño tras más de 40 años en que los agentes han formado parte fundamental del fútbol en lo que respecta a las negociaciones. Si bien otros jugadores, como Joshua Kimmich o Raheem Sterling también han adoptado esta modalidad, el caso de Kevin De Bruyne llama la atención por su peso en al club que dirige Guardiola.

De acuerdo con la psicóloga deportiva, Lorena Cos, muy cercana a varios futbolistas, la razón podría radicar en el temor ante la noción que puedan tener de su valor real: "Que decidan no tener agente a veces es por la confianza y seguridad que tienen en ellos mismos y en su entorno, pero en otras ocasiones es por el miedo a que su valor no sea bien representado".

De Bruyne no ha sido el primero en no recurrir a agentes

Ya antes del belga, otros jugadores habían optado por no solicitar los servicios de un intermediario al momento de negociar con su club. Uno de ellos ha sido Míchel González: "Entiendo lo de De Bruyne. En mi época fue cuando arrancó todo. A Butragueño, por ejemplo, comenzó a llevarle su hermano. Pero yo pensé que no me hacía falta porque tenía muy claro que quería seguir en el Madrid y para eso no hacía falta un representante. Lo hablaba con el presidente y se negociaba".

Además, las nuevas tecnologías han permitido el uso de plataformas digitales para las negociaciones deportivas, como el caso de la aplicación PlayerLens, que ofrece servicios similares a los de un agente, además de recoger toda la información necesaria para que ambas partes tengan muy claro los motivos que justifican el coste del jugador en cuestión, así como un panorama más claro sobre su rendimiento.