El Paris Saint-Germain sufrió una impresionante derrota contra el AS Monaco (3-2), después de que los parisinos se adelantaran con dos goles de Kylian Mbappé en el primer tiempo. La entrada de Cesc Fàbregas revolucionó el partido y su conexión con Kevin Volland hizo estragos en la defensa parisina, que acabó doblegada ante el ímpetu monegasco. El centrocampista catalán culminó una remontada histórica.

Poco se podía esperar Thomas Tuchel que se le complicara tanto un partido que tuvo en el bolsillo desde el primer momento. El primer gol llegó en el minuto 25, cuando Kylian Mbappé recibió un pase al espacio de Ángel di María y aprovechó su velocidad para dejar atrás a toda la defensa, plantarse solo ante el portero rival y batirle con una tranquilidad que solo es usual en los cracks mundiales como lo es él. 

El segundo gol llegó en el minuto 25 y llegó de un penalti que provocó otro viejo conocido de la afición del FC Barcelona: Rafinha Alcántara. El hispano-brasileño se escapaba por banda derecha y fue derribado justo cuando iba a centrar, haciendo que el árbitro no tuviese ninguna duda sobre lo que señalaba. Kylian Mbappé tomó la responsabilidad desde el punto fatídico y marcó tirando a su derecha.

Cesc Fàbregas revolucionó el partido

Antes de ir al descanso, el Paris Saint-Germain vio como el colegiado anulaba dos goles por fuera de juego: uno a Moise Kean y otro a Kylian Mbappé. Algo que parecía intrascendente pero que se volvió clave en el segund tiempo, una vez que Cesc Fàbregas ya había saltado al terreno de juego -Neymar también entró desde el banquillo- para cuajar probablemente su mejor partido como futbolista del AS Monaco.

La remontada, sin embargo, la inició Kevin Volland, que se aprovechó de un rechace en el interior del área para marcar un gol que daba esperanzas al cuadro monegasco. A partir de entonces, gracias a la conexión entre el delantero alemán y Cesc Fàbregas, el AS Monaco empezó a ver el camino más claro. Pasada la hora de juego, el catalán sirvió al germano en bandeja el gol del empate. 

La jugada más importante del partido llegó en el minuto 83, cuando Abdou Diallo perdió un balón absurdo cerca de su área, Kevin Volland lo robó y posteriormente fue derribado por el francés en una jugada que terminó en penalti. Cesc Fàbregas, desde el punto fatídico, puso el broche final a una tremenda actuación individual para sepultar al Paris Saint-Germain con Neymar y Kylian Mbappé​ en el campo.