Neymar llegó al Barcelona como el nuevo Pelé, el sucesor de Messi y una gran cantidad de apodos que le ponían en la carrera directa por ser el mejor del mundo, algo que ya se vislumbró en 2015 cuando estuvo en la gala del Balón de Oro junto a al argentino y también Cristiano Ronaldo, desatando algunas polémicas con Florentino Pérez y el Real Madrid.

Pero nada más alejado de la realidad actual, porque al irse del FC Barcelona para dejar de jugar bajo la sombra de Messi, solo consiguió apagarse de a poco en la carrera por el título de rey del fútbol y ahora sigue estando por detrás del 10 del Barcelona, además de tener a Haaland y Mbappé como próximos dominadores.

Su estancia en París solo consiguió aumentar una cuenta bancaria que no ha podido fortalecer su imagen como futbolista pese a los innumerables regates que deja cada fin de semana en Francia, eso sí, cuando juega, porque las lesiones se convirtieron en su acompañante constante desde que está en el fútbol galo.

A pesar de ser subcampeón de Europa el año pasado, no entró en la competencia por el premio The Best que finalmente se le adjudicó a un imponente Robert Lewandowski, que le ganó la final de Champions y fue el goleador más implacable del continente, superando en los votos a Cristiano y a Messi.

Lesiones

El principal motivo tal vez. Cada vez que parece estar en el camino correcto, alguna patada o esguince se le aparece en el camino y le quita toda posibilidad de seguir en carrera, al tiempo que le frena la evolución y no permite que termine de dar el golpe definitivo, quedándose siempre a nada de establecerse.

Mientras se recupera, Mbappé, Haaland, Cristiano y Messi siguen dando exhibiciones de fútbol que les propulsan o mantienen según sea el caso, dejando a Neymar relegado a un quinto puesto, al menos en lo mediático.

Cambio de liga

El primer factor y probablemente el desencadenante de todo fue irse de España, la mejor Liga del mundo para el momento. Cuando llegó a Francia comenzó a destrozar a cuantos rivales aparecían en el camino y fue un huracán al comienzo, pero pasadas las jornadas se comenzó a percibir aquello como que en la liga gala no había nivel suficiente.

El fichaje de Mbappé por el PSG solo hizo que se dividiera el protagonismo y mientras tanto, Cristiano ganaba Champions con el Real Madrid y Messi conquistaba España, Haaland aparecía en Europa y Lewandowski trazaba su asalto de a poco.

Vida privada

Estando en París las fiestas no cesaron y solo la pandemia mundial dieron freno a un estilo de vida más criticado que nunca, ya que incluso lesionado se le vio en alguna reunión que dejó molestias y críticas constantes en el entorno del brasileño, que poco o nada de caso hizo a lo que se decía, cayendo en una batalla constante con la prensa.

Estos motivos fueron los principales que terminaron de apagar la vela de fama futbolística a Neymar, aunque esta Champions le deja una última posibilidad para volver al podio en una llave en la que tendrá que eliminar al Bayern, esperando que en la fase siguiente siguiente se enfrente al Manchester City. De llegar a la final, los rivales lógicos serían Real Madrid o Liverpool.