Con los números en la mano, queda claro que el FC Barcelona tiene argumentos de peso para no traspasar a Arturo Vidal en este mercado de invierno. El Inter de Milán ha apretado para que así sea, pero los 12 millones de euros que ofrece, según la prensa italiana, ni siquiera se acercan a lo que podría aceptar el Barcelona para desprenderse del chileno: un mínimo de 20 'kilos'.

Y es que el '22' del Barça, más allá de que mantenga un enfrentamiento con el club azulgrana por el pago de 2,4 millones en concepto de bonus atrasados -algo que tanto el Barça como la Comisión Mixta AFE-Liga ya han negado-, está rindiendo a las mil maravillas a nivel deportivo y este pasado fin de semana, contra el RCD Espanyol, volvió a protagonizar una aparición estelar.

Marcó el segundo gol de los culés en Cornellá-El Prat, y con él ya son seis las dianas que ha anotado en lo que va de temporada 2019-20, todas ellas en LaLiga Santander. Curiosamente, además, lo ha hecho mediante seis remates a puerta, con una efectividad del cien por cien teniendo en cuenta que ningún portero ha sido capaz todavía de hacerle una parada.

A sus 32 años, el de San Joaquín marca un gol cada 94 minutos con el FC Barcelona, algo sin duda reseñable para un centrocampista que no suele aparecer en los onces titulares del conjunto culé. El equipo que desee hacerse con sus servicios, por tanto, deberá rascarse el bolsillo dado que el Barcelona no pondrá ninguna facilidad, y mucho menos a mitad de temporada.

El FC Barcelona necesita a Arturo Vidal

Con Arthur Melo todavía lesionado y la reciente cesión de Carles Aleñá al Real Betis, Arturo Vidal se ha convertido en una pieza más necesaria que nunca en el engranaje del centro del campo. Pugnará con Rakitic, Busquets y De Jong por los minutos en esta segunda vuelta, sin descartar que Sergi Roberto pueda actuar también en la medular de forma puntual.

Ernesto Valverde ya dejó claro en rueda de prensa que, independientemente de la polémica extradeportiva, se centra en el juego y seguirá dando minutos a Arturo Vidal siempre y cuando los merezca. El futbolista, por su parte, empieza a asumir que lo más probable es que siga en el Barcelona hasta final de temporada. Una vez termine el curso, entonces podrá negociar con libertad su hipotética salida rumbo a tierras italianas.