Que Bartomeu ha sido uno de los peores presidentes de la historia del Barça es algo que piensan muchos aficionados culés, y tienen sus razones. Que Leo Messi es el mejor futbolista de la historia del club es algo que nadie sería capaz de dudar ni por un momento. Eso, sin embargo, no da potestad al argentino para hacer lo que quiera, y aún menos siendo el primer capitán del equipo culé.

'La Pulga', por desgracia, vive anclada en el pasado desde el mes de agosto. La humillación sufrida contra el Bayern Múnich en Lisboa (en la que él tuvo su pequeña parte de culpa, como el resto de compañeros) ha dejado una herida que todavía no ha cicatrizado. Intentó hacer las maletas del Barça recordando a Bartomeu una promesa que supuestamente el presidente le había hecho, y que no ha cumplido.

Con todo el chaparrón que le estaba cayendo encima, 'Barto' pensó que no podía dejar marchar al '10'. Menos aún gratis, sin cobrar ni un euro por quien era el futbolista más valioso del planeta hasta no hace mucho. Por eso instó al rosarino a hacer algo que a muchos les pareció una locura, pero que en otros contextos no sería tan descabellado: cumplir su contrato. Ni más ni menos, quedarse hasta junio de 2021 como firmó en su día.

Tras un pequeño circo mediático y un amago de tribunales que jamás progresó, Messi anunció públicamente que se quedaba en el Barcelona y que lo hacía, además, de forma obligada. No faltaron las críticas continuas a la gestión de la directiva de Bartomeu, y tras unos días todos pensamos que el '10' ya se había desfogado. Borrón y cuenta nueva, a pensar en la siguiente temporada y colmar de títulos al club y a sus aficionados para irse por todo lo alto.

Este viernes, no obstante, Messi ha demostrado que sigue dándole vueltas al asunto. Que ni mucho menos está centrado al 100% en lo único en que debería pensar: fútbol, fútbol y más fútbol. Con el partido contra el Villarreal cada vez más cerca, este mismo domingo, Messi no ha dudado en disparar de nuevo contra la directiva. Esta vez la salida de Luis Suárez le ha servido como argumento (o excusa) para alargar una rabieta que es totalmente estéril.

¿Qué esperaba conseguir Messi con este nuevo palo? Seguramente nada. Ha escrito en caliente con el objetivo de desfogarse otra vez, y no ha pensado que con ello no sólo daña la imagen de la directiva de Bartomeu, sino también la suya propia y la del club. El FC Barcelona vuelve a ser el principal foco mediático del fútbol internacional y, otra vez, no es por sus éxitos sino por sus tensiones internas.

No era el momento, Leo

Siendo como es el primer capitán del equipo, quizá Messi debiera haber pensado que esta controversia podría distraer a sus compañeros del partido contra el Villarreal. Que este viernes, cuando se tendría que estar hablando únicamente del estreno de la temporada 2020-21, no era el mejor momento para volver a hacer públicos sus rencores y pensamientos más oscuros.

Que nadie se confunda: Messi seguro que tiene razón en lo que dice, y motivos de sobra para estar enfadado. Pero las formas y los tiempos no son los adecuados. Ha llegado la hora de pasar página, siempre y cuando se quiera volver a alzar el vuelo. Este tipo de polémicas no son lo mejor para el Barça, y tampoco lo que merecen sus aficionados. Y nadie dice que se mire hacia otro lado... Sino que se priorice lo que en este momento, justo ahora, es lo más importante: volver a ganar. Ya habrá tiempo, más adelante, para coser viejas heridas con puntos de sutura.