Tal y como ya han avanzado diversos medios deportivos, los encargados de la dirección deportiva del Barça continúan negociando la renovación del centrocampista Ilaix Moriba. El club y los agentes del jugador han continuado manteniendo reuniones en el transcurso de esta semana sobre el tema, intercambiando propuestas y posturas. La diferencia principal es la económica.

Los dirigentes del club no parecen estar dispuestos a llegar a cubrir el salario que ha intentado pedir el canterano, pero se están intentando encontrar fórmulas que puedan funcionar pese a la actual crisis económica que sufre la entidad azulgrana y que se ha recrudecido por la pandemia del coronavirus. Una posible solución es la que se encontró con Alejandro Balde.

El club catalán, que quiere garantizare la permanencia en el club de Ilaix con un contrato largo, le ha ofrecido alargar su vínculo por tres años más. De esta manera, le ofrecen al jugador poder demostrar lo que puede hacer en el primer equipo, donde ya se sabe que cuenta con la confianza de Ronald Koeman, y poder renegociar un salario después de que hayan transcurrido tres temporadas. Para cuando llegue este momento ya tendría entre 20 y 21 años.

Para esa fecha, los dirigentes del Barcelona esperan que haya mejorado considerablemente la situación económica del club y que, a la par, Ilaix haya madurado aún más sus dotes como futbolista. Desde hace mucho que en el Barça ya sabían el gran talento que tiene el joven de 18 años. Por eso hicieron un esfuerzo considerable para renovarlo en 2019.

Su continuidad, al 50 por ciento

Hasta el día de hoy en ambos lados se es prudente sobre la continuidad del aún canterano del Barcelona. Respecto a la probabilidad de que se llegue a un acuerdo con él, fuentes de la negociación aseguraron a Mundo Deportivo que el que Moriba siga vistiendo los colores azulgranas es del 50%.

Eso sí, el centrocampista, que de momento se encuentra remitido al l Barça B y no jugará hasta que renueve, quiere seguir y busca que se solucione cuanto antes su futuro. Ambas partes, a pesar de las diferencias, aún mantienen la disponibilidad de buscar un acuerdo de beneficio mutuo y por eso la prioridad ahora es seguir negociando.