El Real Madrid pudo regresar a casa, pero rechazó una propuesta de LaLiga

El temporal Filomena ha condicionado la última semana del Real Madrid. Después de viajar en medio de la nevada y jugar frente al Osasuna en un campo helado, los merengues se han quedado varados durante el fin de semana en Pamplona y partirán hoy a Málaga para preparar el choque frente al Athletic Bilbao, correspondiente a las semifinales de la Supercopa de España. En la Rosaleda, madridistas y 'leones' se cruzarán este jueves. 

El Real Madrid comunicó que, en vez de volver a la capital, iban a volar directamente de Pamplona a Málaga, donde entrenarán y alistarán para las 'semis' de la Supercopa. Los merengues intentarán defender el título que ganaron en enero del 2020 en unas condiciones atípicas. Se han 'saltado' varios entrenamientos a consecuencia del cambio de planes por la borrasca de Filomena. No entrenaron el viernes por la tarde, en la previa de la visita al estadio El Sadar y tampoco lo han hecho este domingo. 

Sin embargo, los madridistas aparentemente tuvieron la oportunidad de regresar a Madrid durante la mañana del domingo. Según ha dicho Isaac Fouto, en la Cadena COPE, LaLiga ofreció al cuadro blanco la alternativa volar ayer de Navarra hasta Valladolid y tomar un autobús desde el aeropuerto de la ciudad pucelana (que sí está abierto) con destino a la capital para que los jugadores se desplazaran a sus residencias, si el estado de las carreteras lo permitía. A pesar de la propuesta, ha dicho el periodista, el Real Madrid se negó y prefirió quedarse en Pamplona. 

Indignación del Madrid con LaLiga

El cuadro merengue ya ha mostrado su molestia con la patronal por su gestión en medio del temporal Filmena. Primero, el club se indignó con las condiciones en las que tuvieron que viajar de Madrid a Pamplona, considerando que pasaron alrededor de cinco horas atrapados en una pista de Barajas sin poder despegar a consecuencia de la nevada. 

Después, ya en Pamplona, disputaron el enfrentamiento ante el Osasuna en conciones muy difíciles, tomando en cuenta la temperatura a la hora del partido. Los jugadores se quejaron de que en algunas zonas (heladas) era imposible lograr la circulación del esférico, lo que impedía crear peligro. Zinedine Zidane, que intenta mantenerse alejado de las polémicas, explotó en contra de LaLiga y apuntó que "el partido debía suspenderse". Courtois, guardameta merengue, también se quejó y recriminó a la competición, apuntando que los futbolistas no son marionetas que tienen que jugar siempre.