Siga o no en el banquillo, Ronald Koeman aceptó el mensaje de revolución y cambio que necesita el Barcelona, comenzando con el Eibar como víctima del experimento en el que tomaron minutos jugadores por debajo de 25 años como titulares. Solo Griezmann y Neto superan esa edad en el equipo que salió de inicio.

No hay cambios tan radicales, porque además del francés y el portero, Busquets, que también supera los 25, vienen siendo parte de los partidos desde el inicio, con el caso puntual del arco, que tiene al brasileño por la operación a la que se sometió Ter Stegen. También el alemán está cerca de los 30 años.

La línea de tres centrales en el fondo formada por Mingueza, De Jong y Araújo, fue escolta de los cuatro mediocampistas: Ilaix, Busquets, Dest y Firpo, los dos últimos como carrileros y Moriba haciendo de doble pivote con Sergi. Por delante, Trincao, Griezmann y Dembelé en zona de ataque para los culés.

La segunda parte ya dio minutos a Umtiti y Jordi Alba entró como carrilero por izquierda, para agitar un poco las líneas y buscar la victoria para cerrar con ánimo la temporada. Koeman no cuenta con Messi para este juego al darle vacaciones anticipadas, por lo que esta vacante quedó disponible.

¿Mensaje o descanso?

La movida hecha por el holandés en la alineación se comenzó a interpretar como un mensaje a Laporta, indicando que está por la labor de trabajar en la misma vía y darle salida a los veteranos que haga falta, además de darle espacio a los más chicos, que lo hicieron bien en los minutos que tuvieron.

De momento no hay una noticia definitiva para el futuro del técnico y solo será hasta el final de la jornada que se ponga fecha para la reunión entre Koeman y la Junta Directiva, específicamente con Laporta, el encargado de darle la noticia definitiva.