Mucho se ha hablado sobre la relación entre Leo Messi y Antoine Griezmann. Algunos medios de comunicación buscaban crear polémica al asegurar que la relación entre ambos era fría y distante, y que el '10' no había perdonado aún al francés por la negativa de hace un año. Messi, sin embargo, ya se ha encargado de dejar claro en sus últimas entrevistas que su relación con el galo es buena, y contra el Eibar volvió a quedar demostrado.

El abrazo entre ambos jugadores justo antes del partido de este sábado, en Ipurua, ya dio a entender que poco a poco van adquiriendo química. De hecho, hicieron gala de una gran sinergia frente al Eibar y, junto con Luis Suárez, participaron en las jugadas de los dos últimos goles. Leyeron sus movimientos mejor que en otros partidos, generaron espacios y demostraron su compromiso.

Queda claro que la relación entre Messi y Griezmann es buena, y que irá a más a medida que se compenetren mejor sobre el terreno de juego. "Habrán partidos mejores y peores, pero nos vamos conociendo con Messi y Suárez", dijo Griezmann justo después del partido en Ipurua.

El astro francés entiende que todavía está en proceso de adaptación, y que hace relativamente poco tiempo que ha aterrizado en el club. A medida que pasen los partidos, por tanto, mecanizará los movimientos de sus compañeros, no sólo de Leo Messi, y podrá explotar mejor sus virtudes con la camiseta azulgrana.

Griezmann mejora... Y el resto del Barça también

Por ahora ya acumula 4 goles en LaLiga, y espera estrenarse a nivel goleador en Champions League el próximo miércoles, contra el Slavia de Praga a domicilio. El más contento por el entendimiento entre Messi, Suárez y Griezmann no es otro que Ernesto Valverde, quien ve cómo dispone de una delantera de primer nivel a la que hay que sumar a Dembélé y, también, a los canteranos Ansu Fati y Carles Pérez.

Se espera que haya muchos más abrazos entre Messi, Griezmann y el resto del equipo a lo largo de la temporada. El Barça ya acumula cinco victorias consecutivas, pero no quiere pararse ahí y quiere más. Lástima, pensarán algunos, que el Clásico contra el Real Madrid finalmente tenga que jugarse en diciembre, y no de aquí a unos días... Porque el Barça está como un tiro.